En el corazón de la comarca de la denominada Mancha Alta, tierra de olivares, cereal y pastoreo histórico, se elabora uno de los quesos más singulares de Castilla-La Mancha:
Queso Villarejo. Su nombre, ya emblemático en la escena gastronómica española, se ha convertido en sinónimo de maestría quesera, innovación controlada y un profundo respeto por la tradición pastoril.
Desde sus instalaciones en Villarejo de Fuentes (Cuenca), esta quesería familiar ha conseguido elevar el queso manchego y otros quesos de autor a una categoría gourmet que atrae a cocineros, críticos y amantes del sabor auténtico. Su filosofía es clara: leche local, pastoreo responsable, maduraciones precisas y una investigación constante sobre texturas, afinado y corteza.
A continuación, un recorrido por sus variedades más destacadas —auténticas joyas que demuestran por qué Villarejo es hoy un referente del queso español contemporáneo.
Villarejo Manchego Artesano D.O.P.
El emblema de la casa. Elaborado exclusivamente con leche cruda de oveja manchega, este queso resume la identidad de la zona: aromas limpios, elegante intensidad láctica y un retrogusto persistente que remite a frutos secos tostados y un toque de heno.
Su textura es compacta y firme, pero humedecida por la calidad de la leche. Los afinadores de Villarejo trabajan maduraciones que van desde los 3 hasta los 12 meses, cada una con un perfil sensorial diferente. En boca, aparece un equilibrio perfecto entre salinidad, mantecosidad y profundidad aromática. Un imprescindible en cualquier tabla gourmet.
Gran Reserva Villarejo
Una de las creaciones más laureadas de la quesería. Este queso, afinado durante largos meses, concentra una paleta aromática más compleja: notas de caramelo tostado, matices animales muy finos y una persistencia excepcional.
La cristalización natural —pequeños puntos crujientes— es señal de una maduración lenta y controlada. Ideal para degustar solo, acompañado de vinos generosos o de una miel de romero de la región.
Villarejo Trufado
Una demostración de cómo la innovación puede convivir con la tradición. El queso trufado de Villarejo incorpora trufa negra de temporada, que perfuma la pasta sin eclipsar el sabor de la leche cruda.
El resultado es un queso aromático, envolvente, con un perfume intenso pero bien integrado. Una pieza muy apreciada en cocina contemporánea para rallar sobre pastas, risottos o carnes blancas, o para degustar simplemente a temperatura ambiente.
Villarejo con manteca y Romero
Inspirado en los paisajes aromáticos de La zon, esta variedad se cubre con hierbas mediterráneas que aportan frescor y carácter. En nariz predominan el romero, mientras que en boca la pasta sigue mostrando el ADN Villarejo: potencia, equilibrio y sensación láctea limpia.
Perfecto para maridar con vinos jóvenes, cervezas artesanas herbales o embutidos de autor.
Villarejo curado al Resoli
Corteza natural sumergida en resoli lo que otorga a la corteza un color amarillo muy claro, característico de este licor, interior color marfil suave, textura suave y agradable.Queso artesano elaborado con leche cruda de oveja. Se trata de un queso curado con una maduración mínima de 6 meses.Corteza natural sumergida en resoli lo que otorga a la corteza un color amarillo muy claro, característico de este licor, interior color marfil suave, textura cremosa con ojos repartidos por todo el interior, con su etiquetado donde se indican los ingredientes , valores nutricionales, lote y fecha de caducidad.
Cremas y Elaboraciones Especiales
Villarejo también ha explorado territorios más modernos con sus cremas de queso, perfectas para untar o para uso culinario. Destacan sus versiones al ajo negro, trufa y pimentón, todas elaboradas a partir de quesos propios y con una textura sedosa que mantiene el carácter original de la quesería.
El sello Villarejo: artesanía, afinado y paisaje
Cada variedad de
Queso Villarejo refleja una forma de trabajar que combina respeto por el origen, control riguroso de la leche y una afinación paciente, cuidada pieza por pieza. La quesería mantiene una relación estrecha con los ganaderos locales y defiende un modelo de producción sostenible donde el pastoreo natural y el bienestar animal son esenciales para la calidad del producto final.
El resultado es una gama de quesos que representan la esencia culinaria de La Alcarria y que han conquistado a los mejores restaurantes y tiendas gourmet del país.
Queso Villarejo es hoy una referencia imprescindible en el panorama quesero español. Su capacidad para preservar la tradición mientras apuesta por innovaciones sensoriales lo convierte en un productor que marca tendencia y eleva el nivel del queso artesanal en España.
Un universo de sabores que merece ser explorado con calma, copa en mano, para disfrutar de uno de los grandes tesoros gastronómicos de la península.
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