La firma confitera de Tordesillas ha celebrado sus 175 años de vida con la puesta en el mercado de la última de sus novedades, los polvorones de AOVE , que amplían su oferta a nuevos segmentos de consumidores y abren la puerta a mercados todavía por explotar.
La quinta generación de la familia, integrada por Carlos Galicia y Ana Pascual, así como la sexta, representada por su hijo Álvaro Galicia, explicaron el secreto de un éxito que ha permanecido inalterable durante 175 años y que les sigue impulsando hacia un futuro prometedor con propuestas innovadoras, como los
Polvorones El Toro elaborados con Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE).
Además de sus emblemáticos polvorones tradicionales y los de almendra, los Galicia presentaron esta última novedad. Elaborado con aceite de oliva de la suave y delicada variedad arbequina, este nuevo producto sigue con fidelidad la receta original del Polvorón El Toro creada por Amador Galicia hace 150 años. Pero ahora el aceite de oliva virgen extra sustituye a la manteca de cerdo ibérica, por lo que ofrece una alternativa cien por cien vegana a consumidores que, por unas razones u otras, hasta ahora no habían podido disfrutar de los polvorones tradicionales. El aceite de oliva virgen extra de la máxima calidad aporta una textura más suave y untuosa, realzada por un equilibrado toque de canela.
Pero, además, la familia Galicia comunicó otras novedades como la próxima apertura de nuevas tiendas en Madrid y Valladolid.
Para acompañar a los diferentes productos de Dulces El Toro, durante el almuerzo se sirvieron vinos de Bodegas Riojanas y Bodegas Carmelo Rodero, todas ellas empresas familiares y de reconocido prestigio, lo que las une a esta firma vallisoletana.
Su origen se remonta a 1850, año en que Fermín Galicia abre la Confitería Galicia en Tordesillas (Valladolid). Desde entonces, seis generaciones de confiteros han transmitido de padres a hijos, de forma ininterrumpida, las recetas y las han custodiado protegiendo su sabor y carácter artesano y tradicional.
En 1954, el abuelo de la actual generación al frente de la confitería, Amador Galicia, patentó la denominación de su producto estrella, el Polvorón El Toro. Fruto de una tradición familiar de más de 150 años, se caracteriza por su sabor exquisito y su suave textura. El polvorón se elabora con una suave pasta con destacado sabor a canela que se deshace en boca.
Para ello, seleccionan las mejores materias primas y dan preferencia a los productores de la Comunidad de Castilla y León, lo que supone el fomento de una actividad artesanal de proximidad y más sostenible. En Dulces Galicia elaboran todos sus productos seleccionando los mejores ingredientes y manteniendo los procedimientos tradicionales. Siempre con el máximo respeto por las recetas que llevan cautivando a sus clientes desde su infancia.
Toda una vida
Este obrador tiene su origen allá por el 1850, año en que Fermín Galicia abre la Confitería Galicia en Tordesillas (Valladolid). Desde entonces, seis generaciones de confiteros han transmitido de padres a hijos, de forma ininterrumpida, las recetas y las han custodiado protegiendo su sabor y carácter artesano y tradicional.
En 1954, Amador Galicia patentó la denominación de su producto estrella: el Polvorón El Toro, tras cuatro generaciones de pasteleros desde que se fundara la Confitería Galicia. El amor por su oficio, el trascurrir del tiempo y el boca a boca son los responsables de la gran popularidad de la marca familiar y de su expansión por gran parte del territorio nacional.
Es en ese momento cuando se crea
Dulces El Toro con el objetivo de elaborar los mejores dulces y potenciar la expansión nacional e internacional de sus productos. Tienen la vocación de ofrecer productos gourmet que se caracterizan por tener una estupenda relación calidad-precio.
Para conocer más en profundidad este proyecto legendario, que el año que viene cumple 175 años, mantengo una conversación con Álvaro Galicia Pascual, 6ª generación de la familia Galicia , quien en la actualidad es el máximo responsable del área comercial, pero como nos apunta nunca ha dejado de saber e interesarse por la pastelería que ha mamado desde pequeño viendo a su padre Carlos Galicia, quien es el máximo responsable de la pastelería, además de ser un profesional de reconocido prestigio dentro del sector pastelero , que junto con su esposa Ana.
La pastelería está siendo un sector que esta experimentado gran innovación en los últimos años, el empleo de nuevas técnicas, sabores y creaciones están situando el mundo de la pastelería en un sector de moda dentro de la gastronomía.
La filosofía de esta empresa familiar se resume en la frase que nos comentan los actuales propietarios " productos de máxima calidad, una variedad muy grande de productos y mantener la esencia y la tradición de la familia".
Comentarios
Publicar un comentario