Bodegas Constantina Sotelo, más de 266 años haciendo vinos

La bodega de Constantina Sotelo se encuentra ubicada en una casa de piedra construida a finales de 1750 en la localidad de Cambados a las puertas del Atlántico. Una bodega donde sus ancestros ya elaboraban las primeras añadas de vino y donde a día de hoy se siguen elaborando vinos con la misma pasión como si fuera su primera añada. Para conocer más en profundidad este proyecto familiar de bodega gallega mantengo esta entrevista con David, hijo de la viticultura y alma mater de la misma Constantina:
¿Cómo ha ido la vendimia en el 2024?
La cosecha 2024 ha sido bastante desastrosa debido al fuerte ataque que hemos tenido de mildiu en la segunda semana de mayo. Hay que tener en cuenta que venimos de un invierno y primavera muy cálidos, y muy lluviosos que han favorecido el desarrollo del hongo de forma muy intensa, siendo muy complicada poder controlarlo. Debido a esta situación, la cosecha 2024 solo estará disponible un único vino blanco elaborado con todas las parcelas.
Donde están ubicados vuestros viñedos ¿Qué particularidades os da el territorio en vuestros productos?
Nuestros viñedos se encuentran situados en Castrelo, una pequeña parroquia de Cambados (Pontevedra), donde también es conocida como la cuna del Albariño.
Las principales particularidades de nuestros viñedos, así como el los de nuestros vecinos, son el suelo predominantemente granítico, que aporta mineralidad y acidez a las uvas, y la influencia del Atlántico, que introduce una salinidad que realza la estructura los vinos de nuestra zona. En nuestro caso tenemos la suerte de contar con viñedos muy antiguos de albariño, de caiño tinto y espadeiro plantados por nuestros antepasados, lo cual nos beneficiamos enormemente de la calidad que nos ofrecen estas parcelas, con producciones bajas y con mucha concentración de fruta. No sabemos la edad real de estos viñedos pero si sabemos que en el 1758 existía ya un lagar de piedra en nuestra casa, lo que nos da una idea de la antigüedad de algunas de nuestras cepas, y lo que para mí es más importante la genética de nuestras cepas, ya que a lo largo de los años se han ido realizando bajas o acodos con muchas cepas, manteniendo ese legado plantado hace ya unos cuantos años.
¿Puedes definir en tres conceptos tu filosofía vinícola?
Pureza: En nuestra bodega, no utilizamos nada más que uva. No se estabiliza, no se filtra y no se añade ni se quita nada del vino. Por lo que nuestro objetivo es permitir que el carácter del terroir y la autenticidad de nuestros viñedos se puedan expresar de forma plena en cada botella, resaltando la pureza y la esencia del lugar en el que trabajamos, asegurando que cada copa refleje la naturaleza de nuestra tierra. Conexión: Nuestra historia familiar con el vino se remonta a 1758, y esta herencia es fundamental para nuestro proyecto familiar. Trabajamos siguiendo métodos ancestrales, respetando los ritmos naturales de la agricultura y del vino y donde nos guiamos nuestras tareas por el conocimiento, experiencias trasmitidas por generaciones pasadas, mientras vamos incorporando una visión moderna que nos permite adatarnos a los tiempos actuales.
Respeto: Nosotros aplicamos prácticas agrícolas que refuerzan la salud del suelo y las viñas, priorizando el uso de productos naturales en lugar de químicos, por ejemplo no se utilizan fertilizantes, utilizamos cubierta vegetal de trébol y otras leguminosas para aportar nitrógeno, maceración de consuelda para el potasio, y cenizas para el fosforo, purín de ortigas para dinamizar el suelo y favorecer la descomposición de los restos de poda, y la principal lucha contra el hongo se utiliza, cola de caballo, corteza de sauce, lecitinas, quitosanto etc.…Esto permite que nuestros viñedos tengan una mayor resistencia a plagas y enfermedades, y actualmente enfrentamos el desafío de combatir casi exclusivamente el mildiu. Como ya sabes, nuestros vinos pueden ir y venir, pero la tierra permanecerá aquí para siempre, recordándonos la importancia de su cuidado. Este respeto por el medio y la biodiversidad es esencial no solo para la calidad de nuestros vinos, sino también para la sostenibilidad de nuestra tierra y el bienestar de las futuras generaciones que esperamos que continúen con el legado familiar. ¿
Cómo han influido los efectos del cambio climático en vuestros viñedos y en general en la zona?
En los últimos años, nos estamos enfrentando a algunos de los efectos más desafiantes del cambio climático en nuestros viñedos. Venimos de una de nuestras peores cosechas, que estuvo marcada por temperaturas cálidas tanto en invierno como en primavera y altas precipitaciones. Este fenómeno no es aislado y es evidente que algo está cambiando en la climatología actual. Una de las preocupaciones más importantes es que en invierno ya no experimentamos el mismo frío que antes. Este descenso de temperaturas es crucial para que las vides descansen y acumulen energía y se preparen para la próxima cosecha. Y este aumento de las temperaturas está alterando este proceso, afectando la estado general de los viñedos y lógicamente a la calidad de las uvas.
¿Cuándo echó a andar vuestra Bodega?
Nuestra historia se remonta a 1758, cuando se documenta la existencia de uno de los dos lagares de piedra que existen en nuestra casa, lo que indica que había uvas y, por ende, vino. Aunque desconocemos el año de construcción del segundo lagar, que se utiliza para la elaboración de vino tinto, sabemos que durante aproximadamente nueve generaciones, el vino ha sido una parte muy importante de nuestra vida familiar. En nuestra casa el vino siempre se elaboró para el consumo propio, como un alimento, ya sabes que en la mesa de un agricultor nunca falta el vino, pero también hemos elaborado vinos cosecheros para diversos clientes particulares, algunos de los cuales cuentan con barricas que han pasado de generación en generación.
En 1999, Constantina Sotelo, mi madre, dio un paso significativo en nuestra historia familiar al etiquetar por primera vez los vinos elaborados por nuestra familia. Comenzamos nuestro viaje por aquel entonces en el marco de la D.O. Rías Baixas, donde también aprendimos y crecimos, pero hoy, con orgullo, nos encontramos trabajando de manera independiente. Esta transición no solo refleja la rebeldía y singularidad de nuestros vinos, sino también nuestro deseo de seguir una trayectoria única que honre nuestras raíces familiares.
¿Qué planes de futuro tenéis?
Nuestro plan es continuar trabajando de la misma manera en que lo hemos hecho hasta ahora, seguir guiándonos por el conocimiento, experiencia y las tradiciones de nuestros ancestros, que nos han transmitido leyes de la naturaleza que no se encuentran escritas. Esta cultura es la que debe prevalecer y no perderse, manteniendo el enfoque familiar que nos caracteriza y como no, a pulir los fallos que podamos tener, que probablemente sean muchos.
Como ya sabes, en la viticultura, cada añada representa un desafío, pero también una nueva oportunidad, y aprovecharemos cada una de ellas para seguir aprendiendo y adaptándonos a los cambios de nuestro entorno. Y como siempre la mejor añada está por llegar. ¿
Cuál es el concepto y la filosofía y de vuestra bodega?
El pilar fundamental de nuestra filosofía es la independencia. Nuestros vinos son totalmente independientes de cualquier influencia o movimiento. De hecho me atrevo a decirte, que son independientes del resultado final que tengan en el mercado. Con esta libertad de trabajo, no tenemos que buscar nada en el vino: no necesitamos compensar añadas, ni perseguir un perfil determinado, ni buscar ningún parámetro específico. Dejamos estas decisiones en manos de la naturaleza, confiando en que cuando las cosas se hacen bien, ella encontrará la armonía y el equilibrio necesarios para el vino.
Esta es la magia que nos permite elaborar vinos singulares, que quizás no sean perfectos, pero son honestos, ya que son capaces de transmitir fielmente el reflejo de nuestros viñedos. Los límites durante su paso en bodega están marcados exclusivamente por el propio vino, y solo el decide cual es el momento de embotellarlo, independientemente de las necesidades y demandas del mercado, sin tener que acelerar ni ralentizar ningún proceso, permitiendo que el vino siga su propio ritmo natural. Además, parezca místico o no, en la bodega, al igual que en los viñedos, los ciclos lunares son de vital importancia, incluso detalles como la climatología existente llega a influenciar el vino. Cada pequeño detalle cuenta y puede influir significativamente en el resultado final. Respetar estos ciclos nos ayuda a conectar más profundamente con la naturaleza y a maximizar el potencial de nuestros vinos. Hábleme de las referencias de vuestra bodega que me has enviado? Elaboración, variedad de uvas, viñedos, tratamiento, condiciones, etc. Para abreviar y no repetir en todos los vinos, indicar que durante toda su elaboración no se añade y tampoco se quita nada del vino, no se estabiliza y tampoco se filtra. No se añade SO2. Para separarlos de sus lías se espera a que estas se sedimenten por decantación natural, y todos los vinos se embotellan sólo en luna menguante y con días despejados con estabilidad meteorológica, en los que no haya habido perturbaciones barométricas importantes, por lo que las ventanas de embotellado se suelen restringir bastante. La época habitual de embotellado es en verano. La vendimia, se realiza de forma manual, y no por cuestión de clase si no de calidad, seleccionando todos y cada uno de los racimos desde la parcela, incluso en cada parcela se pueden realizar una, dos o tres vendimias ya que dependiendo de la orientación es habitual que la maduración no sea la misma. Además, para decidir el momento exacto de la vendimia no se utiliza ningún instrumento, si no que se utilizan los sentidos tocar, ver, oler y probar, por eso mientras vamos vendimiando y probando algunas uvas a veces paralizamos la vendimia en esa parcela porque lo que nos encontramos no se encuentra en el momento óptimo de recolección.
ROSALÍA: es un vino blanco elaborado a partir de un coupage de varios viñedos jóvenes con edades de entre 10-30 años y con orientaciones al sur mas o menos entre 30-40 metros sobre el nivel del mar, y conducido mediante el sistema de emparrado. Prensado directo, y fermentación y crianza en depósitos de acero inoxidable. Dependiendo del año se elaboran entre 6.000-12.000 botellas
VOLANDEIRA: es un vino blanco elaborado a partir de 2 parcelas muy cercanas al mar con una parcela joven de menos de 10 años y una parcela que oscila entre los 30-40 años, con una altitud de solo 1-2 metros sobre el nivel del mar ambas con orientación al oeste hacia la línea de costa y conducido mediante el sistema de emparrado. Estas se encuentran a unos 30-50 metros de la línea de costa, y por su tamaño creemos que puede existir alguna veta de agua salada que la esté alimentando con nutrientes y elementos marinos. Elaboración mediante prensado directo, y fermentación y crianza en barrica de castaño. Dependiendo del año se elaboran entre 450-1200 botellas SAUVAGE: es un vino blanco elaborado a partir de uvas de una parcela más antigua que ronda los 50 años, este se encuentra a una altitud de unos 45 metros aproximado y tiene orientación norte , y conducido mediante el sistema de emparrado, para su elaboración se maceran todos los racimos completos (uva y raspón) durante la fermentación, y cuando esta empieza a descender, se procede a prensar todo el bagazo y finaliza la fermentación y realiza la crianza en tinaja de barro. Este método de elaboración es uno de los utilizados por nuestra familia durante varias generaciones, y también el utilizado por otros vecinos, por asi decirlo en nuestra zona es la forma tradicional de elaborar el albariño en casa. Dependiendo del año se elaboran entre 450-1200 botellas.
PORCO BRAVO: es un vino elaborado a partir de uvas de otra parcela antigua de unos 50 años de antigüedad, a una altitud de unos 45 metros y con orientación norte, y conducido mediante el sistema de emparrado, para su elaboración se maceran dentro de una tinaja de barro todos los racimos completos (uvas y raspon) durante la fermentación, una vez finaliza esta la maceración continúa otros 10 meses más macerando hasta su embotellado. Se embotella con todo dentro sin realizar el prensado de los orujos, ya que estos una vez finalizan la fermentación y han perdido todo el co2, estos se sedimentan en el suelo. Durante el embotellado se va acompañando el descenso del bagazo según va saliendo el vino. MARUXO: Es un vino blanco que procede de una parcela de unos 30 años de antigüedad, pero con la particularidad de que debajo de la parcela discurre una antigua mina de agua, la cual favorece la disolución de minerales de la tierra favoreciendeo el sustrato de la planta, se encuentra a unos 30 metros de altitud y con orientación norte, y conducido mediante el sistema de emparrado. Para su elaboración se realiza prensado directo, y fermentación y crianza en huevo de hormigón. Se elaboran 1000 botellas 80/20 SIN MÁS: Es un vino tinto elaborado a partir de dos variedades tintas autóctonas, proceden de diversas parcelas algunas superan los 100 años de antigüedad, algunas son conducidas mediante el sistema de emparrado alto (pérgolas utilizadas para dar sombra en las zonas de la casa), algunas cepas salen del interior de las paredes de la casa, por lo que se puede saber el cariño que tenían nuestros antepasados a las vides, y quizás también aprovechamiento dejándoles conductos y espacios en el interior de la casa durante las ampliaciones de la misma. Para la elaboración se realiza la tradiconal en nuestra casa que es maceración de racimo completo durante la fermentación, una vez que esta comienza a perder fuerza y a descender, es el momento en el que se prensa y finaliza la fermentación y continúa la crianza en tinaja de barro. Dependiendo de la añada se elaboran entre 666-1333 botellas.

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