BODEGA ECOLOGICA UVA DE VIDA
Carmen López Delgado
y Luis Ruiz, encabezan este proyecto que nace de una historia de renovación
personal y se convierten en un referente de producción ecológica en Toledo,
ella como viticultora y él al frente del área comercial de la empresa, han
creado un tándem de energía positiva que han transmitido a su viñedo, haciéndolo único en la zona toledana de Santa Olalla, cultivado con
los principios de la agricultura biodinámica.
Para Carmen no existen recetas ni reglas fijas, y confía plenamente en el trabajo de la naturaleza, y nos dice “ mi idea y deseo es encontrar vinos con pureza máxima y sin añadidos químicos, y esta filosófica fue la que nos hizo plantar esta viña de 9 hectáreas en Santa Olalla, que hoy en día se ha consolidado como una empresa puntera en el sector biodinámico español.
Para Carmen no existen recetas ni reglas fijas, y confía plenamente en el trabajo de la naturaleza, y nos dice “ mi idea y deseo es encontrar vinos con pureza máxima y sin añadidos químicos, y esta filosófica fue la que nos hizo plantar esta viña de 9 hectáreas en Santa Olalla, que hoy en día se ha consolidado como una empresa puntera en el sector biodinámico español.
Bodegas "Uva de Vida", es un negocio
familiar y artesanal, emprendido y liderado por una mujer, Carmen López
Delgado, que dio un paso hacia adelante comprometiéndose con los principios de
la agricultura biodinámica, que es un paso más de la agricultura ecológica. Una
filosofía que nos ayuda a comprender y respetar el viñedo y a trabajar en
sintonía para buscar su verdadera esencia biográfica, nos declara para que
entendamos su planteamiento “ con todas las fuerzas de mi cuerpo y de mi
alma, me propuse sacar este proyecto adelante, junto a mi marido Luis y
con la impagable ayuda de un hombre absolutamente comprometido con la tierra,
de pura cepa, Ángel Amurrio Bastida, con el que se han creado unos vínculos tan
fuertes como los que hoy nos unen a nuestra viña, convencida de que la tierra
no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la tierra”.
VINOS ARTESANOS.
En esta Bodega
nos apunta la fundadora “rechazamos cualquier
intervención artificial que añada estética a nuestros vinos. Todos
nuestros productos se elaboran bajo los preceptos naturales de la biodinámica. Nuestro
zumo de uva es el único de España que ostenta el sello Demeter”.
Y añade “nuestra
intención es hacer vinos que formen parte de la naturaleza y sus procesos, que
sepan a lo que sabrían los vinos antiguos, antes de la química, que favorezcan
la salud y siempre sienten bien. En definitiva, vinos que no puede hacer la
tecnología. Vinos que hablen del lugar del que proceden, de su latitud, de su
clima y de nosotros”.
Y añade, “para nosotros resulta de vital importancia la asociación de
diferentes cultivos, la diversidad de flora y fauna autóctona que equilibra y
reactiva la vida en el suelo, reforzando así la resistencia
natural de las plantas”.
La propietaria
que vive con pasión todo esto nos relata que “esta vegetación natural
espontánea desempeña un papel importante como bioindicador, en ella germinan
todo tipo de flores, insectos y lombrices viajeras que acaban haciendo un
“microarado” minucioso y nada agresivo, a la vez que van aportando estructura
al suelo, nos ayudan a retener la humedad y protegen a la tierra de la erosión
y del sol. Nuestra
viña crece libre sin deshojar ni despuntar.
Otra de las curiosidades
que nos cuenta Carmen López, es que utilizan la música como portadora de
vibración y energía sutil, tanto en el campo como en la bodega. Además nos ilustra
diciéndonos que el calendario lunar rige nuestras labores en el campo y en la bodega.
El abono que usamos es natural, procede de los restos de poda, de la siega y de
las cabras de un vecino de la zona, todo esto es con el fin de dejar que la
Naturaleza haga su trabajo, buscando la máxima sencillez y la mínima
intervención.
LA VIÑA
La finca se
encuentra a una altitud de 492 metros respecto al mar., el terreno donde está
asentado el viñedo tiene un alto contenido
arcilloso, de clima mediterráneo con temperaturas muy extremas de estepa
interior y escasa lluvias (368 mm). Se localiza dentro de una finca de 13,5
hectáreas, de las cuales 9,5 son de la variedad graciano y 3 hectáreas de
tempranillo.
En la viña descubrimos
agua de manera espontánea gracias a un zahorí, nos narra la propietaria, y “desde
nuestros inicios hemos respetado su ecosistema y biodiversidad. Por eso,
compartimos terreno con un olivar de la variedad cornicabra.
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