GANDERIA QUINTIÁN, QUEIXOS GALEGOS
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NÉBOA AL CORTE |
Esta
quesería gallega comienza a dar sus primeros pasos allá por el año 2010 en la
que deciden apostar por poner en valor su producto y su entorno desde este
balcón a la naturaleza. Su ganadería y quesería están ubicadas en O Páramo,
en la provincia de Lugo, en la ladera de una montaña. Muy cerca del Camino
de Santiago, con vistas a todo el valle por donde transcurre el Río Miño. Esta orografía ha permitido que se hiciese realidad el sueño
de esta quesería, construida bajo tierra, respetando el entorno y
sin impacto paisajístico. Chelo López Rodríguez y Julio López Fernández, han sido pioneros en
la venta directa de leche pasteurizada sin ningún tipo de
conservante y actualmente, nos comentan que "nos diferenciamos por nuestros
quesos artesanos, moldeados y volteados uno a uno, lo que hace que sean únicos.
Nuestra cava conserva un muro de piedra por donde emana el agua de forma
natural, consiguiendo un grado de humedad óptimo, que
confiere a nuestros quesos un carácter muy especial", nos
dicen, Chelo y Julio.
Tomamos de la mano lo que con mucho
amor, comenzaron los padres de Julio, con la firme idea de poner en valor un
territorio, un producto y una forma de vida, donde el cuidado de los animales
es la base de nuestro proyecto, nos relata su mujer Chelo.
Este tándem
de queseros gallegos, me relatan con detalle cómo es su trabajo artesanal en la
elaboración de sus excelentes y sabrosos "queixos" gallego, y me
comentan que" nuestra contribución a
este sector va enfocada a la conservación de nuestro entorno y abrir puertas,
de ahí que a la hora de construir la quesería primaran dos aspectos
fundamentales el evitar el impacto paisajístico y que la búsqueda de las
mejores condiciones para el afinado de nuestros quesos hizo que nuestra
quesería esté bajo tierra".
Tratamos de dirigirnos al consumidor de una forma lo
más cercana posible, de ahí que para la venta directa hayamos decidido estar
únicamente en tiendas de barrio, tiendas especializadas, charcuterías, panaderías, etc.,
en donde nuestra historia, nuestro producto va a ser vendido por una persona
que va a ser nuestra voz.
Y en la conversación
que mantengo con ellos me apuntan que "nuestros productos son artesanos,
nuestra leche solamente está sometida al proceso de pasteurización sin homogeneizar,
es decir leche viva, como dice nuestro lema “O leite de Sempre”.
"Nuestros quesos tanto de leche cruda, como pasteurizada, son de cortezas naturales,
donde la leche es la protagonista, moldeados y volteados en nuestra cava de
maduración, en donde la conservación de un muro de piedra permite la filtración
de agua consiguiendo así el grado de humedad y las características de nuestros
quesos".
Para este año 2020, a punto de finalizar, los resultados no han sido del todo malos,
pero nos tememos que el 2021 ante la situación que estamos viviendo y ante la
falta de Ferias, Mercados, eventos, etc., hace que esté lleno de incertidumbre
que no sea posible ninguna previsión, lo único cierto es que tenemos que tener
poder de adaptabilidad para resistir.
En España el
consumo de queso artesanal está subiendo aunque diste de momento a niveles de
consumo como nuestro país vecino Francia, lo que sí es cierto es que hay una
revolución quesera, estamos acercándonos cada vez más al consumidor y haciendo
cultura quesera e indudablemente aunque sea despacio cada vez es más valorado,
nos dice Chelo . Y añade que las tiendas especializadas están haciendo una gran
labor, son nuestra voz, cuentan nuestra historia, trasladan nuestro día a día,
nuestras elaboraciones, nuestra forma de trabajar, nuestra filosofía, al
consumidor, son pieza indispensable en la cultura quesera.
Estos
enamorados de los quesos, nos narran que "nuestra ganadería nació en los
años 60 fruto del amor a la tierra de la mano de los padres de Julio, en el año
2006 tomamos el relevo mejorando instalaciones
y en el año 2010 tomamos la decisión de poner en valor tanto nuestro
producto como nuestro entorno empezando a envasar leche pasteurizada
dirigiéndonos tanto a hostelería, obradores, como a tiendas de barrio, fue en
este camino cuando a través de una invitación a una quedada quesera, conocimos
a otros compañeros queseros, distribuidores, vendedores, lo que nos permitió
conocer, compartir experiencias y a raíz de aquí comenzar a dar forma a nuestro
proyecto, primero formándonos, pudiendo
visitar otras queserías que tan amablemente nos abrieron sus puertas, conocer
distintas elaboraciones".
Y nos amplía,
este relato diciéndonos que "llevábamos 6 años en el mercado y nuestros consumidores valoraban tanto
nuestra forma de trabajar y la calidad,
que ellos mismos nos animaban y demandaban nuevos productos, yo (Chelo) ya
estaba haciendo cursillos de elaboración y ahí me daba cuenta de que el olor
láctico era algo que ya me atrapaba y que hacer queso era muy creativo, es
decir, arte, también era una forma de cerrar ciclo, al final al ser ganaderos
podemos controlar la calidad desde la alimentación y bienestar de nuestras
vacas hasta la forma de elaborar, moldear, afinar nuestros quesos y era un
aliciente muy grande para dar ese paso, todo esto unido, era una forma de poner
en valor todo lo que nos rodea, nuestro entorno".
¿Qué es lo más importante a la hora de elegir un queso?, a esta cuestión nos
responde Chelo, comentándonos que lo Fundamentalmente, que sea artesano,
cortezas naturales, en dónde la leche sea la protagonista con etiquetas
“limpias”, saber qué historia hay detrás, saber que con esa compra estamos
contribuyendo a que un territorio y su entorno se conserve y que el productor
reciba un precio justo por su trabajo de cuidado y conservación del mismo.
Del mundo del
queso yo destacaría a las “personas”, con un nexo en común apasionado por lo
que hacemos, por lo que defendemos y por poner en valor lo que más queremos.
Por ir de la mano todos los que conformamos este mundo productor, vendedores, distribuidores,
maestros queseros, cocineros, etc. Insisto por poner en valor una forma de
vida, territorios, en definitiva, cultura.
Sobre
el futuro nos rotula que "siempre nos ha gustado ir
con pasos pequeños, pero firmes, llevamos poquito tiempo con la quesería, así
que, ahora mismo estamos centrados en mejorar día a día, seguir con el trato
más personalizado posible". Y esta gallega de pro, nos anota "estamos dando forma a nuestro proyecto que
por sus características al tener nuestra quesería bajo tierra, vivir en la
ladera de una montaña y tener enfrente un paisaje precioso, unido a nuestra filosofía de abrir puertas desde nuestro “balcón a la naturaleza queremos canalizar la demanda de
visitas y que estas puedan ser guiadas".
Y
para concluir esta conversación que mantuve con este matrimonio de queseros les
pregunte sobre, ¿Cuál es el concepto y la filosofía y de su quesería?, y sin titubear
me respondieron que "hace
10 años cuando decidimos vender directamente, teníamos muy claro tres aspectos
fundamentales alrededor de los que gira todos nuestro proyecto, el primero de
ellos explicar al consumidor como realizamos nuestra labor, siempre con la
vista puesta en la defensa y promoción de nuestra tierra y su medio rural. En
segundo lugar tratar de llegar al consumidor directo a través de los diferentes
canales para que le llegue nuestro producto en las mejores condiciones pueda
apreciar todas sus características, y en tercer lugar expresar todo lo que llevamos
dentro hacia nuestros productos de
manera artesanal y que el consumidor los disfrutes igual que nosotros haciéndolos.
NÉBOA
Se
trata de un queso de pasta blanda de leche cruda de vaca, con corteza
natural enmohecida. Se caracteriza por sus matices a bosque, champiñón y notas
a nata. Desde mi punto de vista le va fenomenal el nombre elegido "Néboa",
significa niebla, en gallego. Una palabra muy representativa del clima esta
tierra y región gallega, ya que al principio no te expresa nada y según vas saboreándolo
te va aclarando y transmitiendo sus características de queso fresco, y de campo.
AGARIMO
Este
es un queso de pasta blanda de leche pasteurizada, de corteza
lavada. Textura elástica, granulosa y fundente. Su corteza
natural con sabor afrutado y un regusto muy elegante.
"Agarimo" significa
cariño en gallego, el mismo con el que nuestras abuelas trabajaban
y moldeaban el queso en tiempos difíciles. Con él rendimos homenaje a
todas ellas, nos dice Chelo. Cuando lo probé me recordaba a los quesos que
hacen efectivamente las "paisanas" gallegas en sus terruños rurales,
se aprecia que es un queso elaborado con mucho amor m, delicadeza, fácil de
comer, u que una vez que catas un trozo, no dejas el cuchillo, pues invita a
comértelo en tu totalidad, me recuerda efectivamente al queso ancestral, que
estos queseros han recuperado para disfrute de todo aquel que desee probarlo,
no os va a defraudar.
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