QUESOS CON RECETAS PROPIAS.
La quesería artesana Los Corrales nace en 1990 en Almedíjar, dentro del Parque Natural de la Sierra de Espadán, en la que elaboran sus quesos con recetas propias, recetas originales desarrolladas por sus propietarios que buscan expresar la realidad del paisaje y la tierra que les rodea. Por lo tanto podemos decir que hacemos.
“QUESOS DE AUTOR”
La leche cruda conserva las
características originales de la leche, tanto en cualidades nutritivas
–conserva las vitaminas, la estructura de las proteínas y mantiene intacta su
flora bacteriana original- como en sabor y aromas, ya que la flora y las
enzimas presentes en la leche se desarrollan y nos aportan unas características
únicas e irrepetibles.
Elaboran fermentos propios para
los quesos de leche cruda, para mantener la biodiversidad de su leche y ofrecer
un producto único.
Utilizan coagulante vegetal para el
queso Tronchón y el queso Extramuros y cuajo de cordero para el resto. Ninguno
de ellos procede de manipulación genética.
No utilizan leche en polvo, conservantes ni aditivos y las cortezas se impregnan con aceite de oliva virgen de la Sierra de Espadán, sin antibióticos ni fungicidas y por lo tanto son comestibles.
No utilizan leche en polvo, conservantes ni aditivos y las cortezas se impregnan con aceite de oliva virgen de la Sierra de Espadán, sin antibióticos ni fungicidas y por lo tanto son comestibles.
La manipulación es completamente
artesana y las piezas se forman a mano, una a una. Se maduran en una cava
climatizada sobre estanterías de madera.
Sus quesos tratan según, Ángel Valeriano, maestro quesero y propietario de esta quesería, quieren ser la expresión del terreno rojo y del aire dulce, del sol brillante y el agua limpia de este rincón del mundo, en resumen nos señala no son otra cosa que “el fruto de la tierra que tenemos enfrente”.
Sus quesos tratan según, Ángel Valeriano, maestro quesero y propietario de esta quesería, quieren ser la expresión del terreno rojo y del aire dulce, del sol brillante y el agua limpia de este rincón del mundo, en resumen nos señala no son otra cosa que “el fruto de la tierra que tenemos enfrente”.
Ángel Valeriano, y ha sido delegado por
la Red Española de Queserías de Campo y Artesanas, y maestro quesero en su quesería
que funciona desde hace 30 años en Almedíjar, en Castellón.
Desde su quesería conversamos con este “maestro quesero”, quien nos explica en
primer lugar que “los queseros somos las personas que nos dedicamos a elaborar
queso, y el maestro quesero es el que tiene la experiencia, conocimientos y
formación suficiente para diseñar quesos y para responder a los problemas que
plantea la elaboración. Nada que ver con la venta, las catas o la difusión. “Maestro”
hace referencia al oficio de elaborador de queso, es un término similar al que
se usa entre los carpinteros, alfareros o cualquier otro gremio.
¿Cómo se
presenta el 2020 para el sector quesero?
Incierto. Después del estado de alarma la situación tiende
a normalizarse, incluso a mejorar en algunas zonas, pero no sabemos qué pasará
en otoño, que es otra de las buenas temporadas para los queseros artesanos.
¿Cuál es el
nivel de la aceptación por parte del consumidor español a la hora de comprar
queso artesanal?
Al consumidor le interesa mucho el producto artesano. No es
casualidad que las grandes empresas vendan con la imagen del artesano y de los
animales pastando. Pero en España tenemos un problema con los quesos de bajo
coste. Producir queso no es barato, si queremos trabajar con leche de buena
calidad, y en el mercado estamos viendo todos los días quesos a precios que ni
siquiera cubren los costes de producir la leche. Esa gran diferencia de precios
(no porque los quesos artesanos sean caros, sino porque los industriales son
demasiado baratos) nos va a la contra.
¿Qué papel
están jugando las tiendas especializadas en
la venta de quesos?
Son muy importantes. Son nuestro mercado natural, porque
entienden de queso y lo cuidan. Los queseros artesanos debemos cuidar también
de ellas.
¿Cuál es momento de la elaboración de quesos
artesanales en España?
Tenemos muchos queseros jóvenes y muy motivados, y por fin
estamos innovando y ofreciendo cosas nuevas. Ahora debemos mejorar y activar
las Denominaciones de Origen, que muchas de ellas tienen estructuras muy
anquilosadas, y reclamar el puesto que nos pertenece en el panorama quesero
mundial.
¿Cómo llegaste al mundo de los quesos?
Por casualidad. Viví en una granja escuela en la que había
una persona que hacía queso para casa, y me enseñó los rudimentos. A partir de
ahí descubrí un mundo apasionante.
¿Y
qué te llevo a dar ese paso?
A Maite, mi compañera, y a mí, nos pareció que era una
buena forma de vida para poder estar donde queríamos, en Almedíjar, en la
Sierra de Espadán.
¿Qué es
lo más importante a la hora de elegir un queso?
El queso es un alimento, así que debe ser saludable y
nutritivo. Todos los quesos artesanos lo son, ya que no tienen nada más que
leche y cuajo. Y si son de leche cruda, mucho mejor. Pero el queso también es
cultura. Hay que consumir los productos cercanos y del territorio y entender
cómo surgieron las distintas variedades.
¿Qué
destacaríais del mundo del queso?
La extraordinaria variedad de los productos lácteos. Impresiona ver cuántos quesos diferentes se
pueden hacer con una materia que parece tan igual.
Y ahora,
¿cuáles van a ser tus siguientes pasos?
La pandemia ha cambiado muchas cosas y sobre todo ha
cambiado mucho la perspectiva sobre las cosas. Nosotros seguimos adelante con
ganas de estrechar nuestra relación con la gente que se interesa por nuestros
quesos. No queremos aumentar la producción sino aumentar la calidad, y que la
gente nos conozca y sepa lo que hacemos.
¿Cuál es el
concepto y la filosofía y de vuestra quesería?
Producto de cercanía, materias primas de calidad y quesos
de autor: nuestros quesos cuentan la historia de nuestro paisaje y nuestro
terreno.
ARTESANOS DE CALIDAD
Elaboramos quesos con diferentes técnicas y
procesos porque sabemos que el mundo del queso es tan amplio y tan rico que es
una pena no explorarlo y quedarnos únicamente con lo que siempre se ha hecho.
Por eso hacemos quesos de coagulación enzimática -
los más habituales en España - y también de cuajada láctica. Ambas técnicas nos
dan un punto de partida totalmente diferente y nos permiten
"expresar" la leche que manejamos de una manera más completa.
Para la coagulación enzimática se utiliza una gran
cantidad de cuajo y un tiempo de cuajado corto, así como una temperatura más
elevada (de ventiocho a treinta y seis grados). El resultado es un coágulo
firme y elástico. Por el contrario, la coagulación láctica consiste en utilizar
una dosis mínima de cuajo (o nada en absoluto), una temperatura baja (entre 22
y 28 grados centígrados) y un tiempo de cuajado de hasta 24 horas. Con esto
conseguimos una pasta blanda, cremosa, que ha de escurrirse con cuidado.
Estos dos sistemas dan lugar a quesos muy
distintos, cada uno con sus peculiaridades. Además, las diferencias en la forma
de tratar la cuajada o en el tiempo de maduración nos darán todavía más
variaciones.
Es un queso de leche cruda de oveja guirra de pasta
blanda de un mínimo de veinte días de maduración, aunque suele salir con dos
meses. Se presenta en formato cilíndrico de 2,000 Kg.
La corteza es
de color marfil amarillento con tonos rojizos y ocres, originados
por la acción de los mohos que intervienen en la maduración.
La consistencia de la pasta
es semi blanda, de color blanco marfil, con ojos muy pequeños, sobre
todo en verano. Dependiendo del tiempo de maduración, puede
presentar un pequeño cerco más oscuro alrededor de la corteza.
La textura es
friable pero se aprecia una notable mantecosidad. Su granulosidad es de
tipo harinoso-fino.
Olor de intensidad alta,
destacando las notas de quesos tipos cabrales, asociadas a recuerdos
de hongos silvestres y humus de
bosque.
Sabor muy personal y persistente, destacando su
acidez, aromas de hongos y una sensación grasa con recuerdos animales (lana, cuero
limpio) y de frutos secos.
Regusto intenso y potente, acabando en un picor que
se intensifica progresivamente, pero nada agresivo al paladar.
SUAVE DE OVEJA
Se trata de
queso de leche pasteurizada de oveja y cuarenta días de maduración y con una coagulación
enzimática con cuajo de cordero que
contiene bacterias probióticas de tipo Bífidus. La maduración se completa
en 30 días.
La corteza es
grisácea por el aceitado al que se somete.
La pasta es firme, de color amarillo
claro y con ojos mecánicos irregularmente repartidos por la masa. La textura es
firme y elástica. Olor láctico y agradable, y sabor a leche de oveja con
un fondo dulzón, muy propio de los
quesos mediterráneos. El regusto es largo y recuerda francamente a los frutos
secos.
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